¿Cómo afrontar los retos del carbono embebido en 2023?

Clementine Tanguy
Date19 junio 2023

A medida que la realidad del cambio climático empieza a imponerse, el sector de la construcción se está dando cuenta de que es responsable de gran parte de las emisiones humanas causadas en el planeta. Dado que los edificios son actualmente responsables del 39% de las emisiones de carbono mundiales, descarbonizar el sector es una de las formas más rentables de mitigar los peores efectos del cambio climático. El sector de la construcción tiene un papel vital que desempeñar en respuesta a la emergencia climática.

Ahora se presta más atención a todo el ciclo de vida de los edificios para ver dónde se pueden reducir más las emisiones. Algunas de estas emisiones proceden del funcionamiento de los edificios y las conocemos desde hace mucho tiempo. Pero hay otra faceta de los edificios y el cambio climático que no se ha tenido en cuenta hasta hace muy poco. Se trata del carbono embebido. Durante mucho tiempo ha sido una parte oculta del impacto climático de un edificio, ya que muchas políticas climáticas e iniciativas de reducción se centran en las emisiones operativas del uso del edificio.

Por qué es importante el carbono embebido

¿Qué es el carbono embebido y por qué es un reto importante para el sector inmobiliario y de la construcción? Según la Comisión Europea (2020), el carbono embebido se refiere a “las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a la fase no operativa de un proyecto, es decir, las emisiones liberadas a través de los aspectos de extracción, fabricación, transporte, montaje, mantenimiento, sustitución, deconstrucción, eliminación y final de la vida útil de los materiales y sistemas que componen un edificio (de la cuna a la tumba)”.

El carbono embebido está presente en todo el ciclo de vida de un edificio.  Según Architecture 2023, “a nivel mundial, el carbono embebido es responsable del 11% de las emisiones anuales de GEI y del 28% de las emisiones del sector de la construcción. A medida que aumente la eficiencia energética operativa, el impacto de las emisiones del carbono embebido en los edificios será más significativo.” Esto sugiere que el objetivo de cero emisiones netas para 2050 no es alcanzable si no se actúa sobre el carbono embebido. Desde que la huella de carbono embebido es tan significativa, aprender a trabajar con estas cifras es esencial.

¿Dónde centrar la lucha contra el carbono embebido?

Optimizar la huella de carbono de un edificio a lo largo de su vida útil implica encontrar un balance entre minimizar el carbono embebido y reducir las emisiones operativas. Mientras que las emisiones operativas son la cantidad de carbono emitido durante el funcionamiento o uso del edificio, el impacto del carbono embebido se produce durante la construcción y renovación y no puede reducirse posteriormente. Esto significa que el carbono embebido representará alrededor del 50% de las emisiones del entorno construido en 2035, mientras que las emisiones operativas de los edificios disminuirán gracias a la creciente concienciación medioambiental mundial y al marco normativo actual, que está empujando a los profesionales inmobiliarios a reducir las emisiones operativas.

Pero esto a menudo requiere obras de renovación y, por tanto, la adición del carbono embebido. Sin embargo, la población urbana mundial crecerá en 2.750 millones de aquí a 2060. Gran parte de la huella de carbono de estos nuevos edificios será en forma de carbono embebido (más de 100 gigatoneladas de carbono incorporado estimado). Es necesario tomar acciones para abordar el carbono embebido con el fin de cumplir el objetivo europeo de cero emisiones netas para 2050.

¿Dónde se encuentra el marco reglamentario?

El sector de la construcción tiene un papel clave que desempeñar para hacer frente a la emergencia climática. Abordar el carbono embebido es una cuestión crítica y urgente. El siguiente reto, particularmente para la nueva construcción, es la implementación de una estrategia cero neto efectiva. Hasta ahora, la legislación europea se ha centrado en reducir los gases de efecto invernadero asociados con la energía necesaria para calentar, enfriar o suministrar un edificio.

Aunque queda mucho por hacer para reducir el carbono embebido, este problema se ha convertido en prioridad para la industria y los gobiernos. Los países con los requisitos energéticos operativos más progresivos son también los que tratan de regular el carbono embebido. En la Unión Europea, sólo 5 países – Dinamarca, Finlandia, Francia, Países Bajos y Suecia – han introducido una regulación sobre las emisiones de carbono a lo largo de la vida útil, que aborda tanto las emisiones operativas como las embebidas.

Enfocarse en la RE2020 en Francia

Uno de los mejores ejemplos hasta la fecha es la RE2020 en Francia, que entró en vigor en enero de 2022. Esta normativa introduce requisitos en los edificios nuevos que pretenden reducir las emisiones de los materiales de construcción durante toda la vida útil del edificio, incluyendo la demolición. RE2020 va más allá de la reducción y descarbonización del consumo energético de un edificio. También tiene el fin de promover materiales de construcción sostenibles y bajos en carbono. Es un paso importante en la contribución del objetivo nacional de descarbonizar todos los sectores para 2050 en Francia.

Objetivos de la RE2020

La RE2020 tiene tres objetivos principales:

  • Reducir el impacto de carbono de las construcciones existentes: La RE2020 pretende reducir en un  30% el indicador bioclimático, las necesidades energéticas de un edificio, comparado con la RT2012.
  • Reducir el impacto de carbono de las nuevas construcciones: Para 2031,el umbral máximo en kgCO2/m2 se reducirá en más de un 30% comparado al nivel de referencia actual.
  • Edificios más adaptados al calentamiento global: Incluyendo necesidades de refrigeración en los cálculos bioclimáticos.

También definió umbrales de construcción de viviendas individuales y colectivas para 2031. 

  • Para viviendas individuales, 640 kgCO2eq/m2/año de emisiones de carbono incorporadas en 2022 a 415 kgCO2eq/m2/año en 2031.
  • En el caso de las viviendas colectivas, 740 kgCO2eq/m2/año de emisiones de carbono incorporadas en 2022 a 490 kgCO2eq/m2/año en 2031.

A partir de enero de 2022, desarrolladores en Suecia deben calcular las emisiones de carbono embebido de nuevos edificios antes de presentarlos al gobierno para recibir el permiso de construcción definitivo. De acuerdo con la Ley de Divulgación Climática para edificios nuevos, estos cálculos deben cubrir las llamadas emisiones directas incorporadas, teniendo en cuenta la producción inicial de material y las diferentes fases de construcción del ciclo de vida de un edificio. Las empresas que empiezan ahora a medir el carbono embebido en sus proyectos mejorarán las competencias de su personal, impulsarán un cambio cultural en el sector y se adelantarán a la inevitable normativa.

¿Reducir el carbono embebido en la nueva construcción o la renovación?

El calentamiento global, particularmente en Europa, requiere una mayor atención a la resiliencia de los edificios en un contexto de mayores cambios climáticos. Para ser cero neto, un programa inmobiliario debe tener en cuenta el CO2 emitido, no solo durante el uso de los edificios (emisiones operativas) pero también durante la construcción y la producción de material (emisiones embebidas). La conciencia medioambiental mundial está empujando a los profesionales inmobiliarios a reducir sus emisiones operativas. De hecho, esta conciencia ha dado lugar a la aparición de normativas, certificaciones y etiquetas medioambientales. El edificio del mañana tendrá que ser robusto y atractivo para todos los stakeholders: empleados, clientes, consumidores, inversores y shareholders. Hoy, la oferta de edificios cero netos es insuficiente para satisfacer la demanda. Pero la solución no solo pasa necesariamente por acelerar la construcción de este tipo de edificio, dada la huella de carbono asociada a la construcción. 

¿Es la nueva construcción o la renovación eficiente operativamente la manera más efectiva de reducir las emisiones totales de carbono? Dado que el 80% del parque de edificios de 2050 ya está en pie, la necesidad de reducir el impacto de las emisiones operativas renovando los edificios existentes es evidente. La renovación de los edificios existentes es fundamental para la transición a una economía con bajas emisiones de carbono. De hecho, el sector inmobiliario solo puede renovar teniendo en cuenta el carbono embebido emitido durante  estas estrategias de renovación. El indicador clave de rendimiento que interesa seguir para este balance se llama periodo de amortización o umbral de rentabilidad: es el punto en el que el carbono embebido añadido es menor que el ahorro de carbono operativo conseguido.

 

Otro reto para Europa

El reto europeo es continuar reduciendo la huella de carbono de nuevos edificios por un lado y, por otro, realizar obras de bajo carbono embebido que impliquen una fuerte reducción de las emisiones operativas para reducir las emisiones de todo el ciclo de vida de los edificios existentes.

El 15 de diciembre de 2021, la Comisión Europea adoptó una importante revisión de la Directiva de Eficiencia Energética de los Edificios (EPBD) como parte del paquete objetivo 55. La EPBD requiere a los estados miembros que reduzcan el consumo energético de los edificios y que todos los edificios nuevos a partir de 2021 (los edificios públicos desde 2019) sean edificios de consumo cero neto (NZEB). Las medidas propuestas tienen en cuenta, en particular, el aumento de los índices de renovación, especialmente por los edificios menos eficientes de cada estado miembro. Modernizarán el parque inmobiliario haciéndolo más resiliente y accesible. 

Considerar el ciclo de vida en la revisión de la EPBD

Inicialmente, el borrador de revisión de la EPBD se centraba solo en el rendimiento energético, con requisitos que abordan únicamente durante la fase operativa de los edificios. La Agencia Europea de Medio Ambiente (EEB) y la Coalición Medioambiental sobre Normalización (ECOS) abogaron por más. Preguntaron por la inclusión del ciclo de vida de las emisiones. De hecho, la revisión propuesta de la directiva ahora se refiere a todo el ciclo de vida, lo que es un verdadero progreso. Las continuas negociaciones sobre la Directiva de Eficiencia Energética de los Edificios (EPBD) se espera que concluya en el verano de 2023. Representa una ocasión única para ampliar la narrativa sobre la descarbonización de los edificios, incluido todas las emisiones de los edificios, y poner en marcha un marco accionable.  Podría cambiar la forma de abordar el carbono embebido a escala europea. 

Lea más: Una comparación de certificaciones, etiquetas y normativa ESG en Europa

Hacia un enfoque común europeo

El carbono embebido está teniendo una significativa tendencia al alza en Europa, aunque los reguladores de distintos países europeos no están en la misma página. Las primeras acciones por algunos estados miembros muestran que es posible adoptar políticas sobre el ciclo de vida del carbono. Un enfoque o marco común a nivel europeo podría traer beneficios adicionales y fomentar la adopción generalizada de políticas locales, nacionales y regionales que reducirán el carbono embebido. Mientras tanto, se espera que la labor actual de algunos países europeos fomente iniciativas significativas en los próximos años. Debido a esta incertidumbre general, a falta de directrices y umbrales mundiales claros, algunos de los profesionales más importantes en el sector lideran el camino a seguir en los objetivos de reducción.

Las medidas eficaces para reducir el carbono embebido en edificios requiere de datos sólidos sobre los niveles actuales de estas emisiones en las distintas fases del ciclo de vida, tipos de edificio y uso de la energía. Aquí es donde Deepki puede ayudar. En Deepki, consideramos el carbono desde un enfoque de sistemas: el ahorro del carbono operativo debe equilibrar las emisiones incorporadas al final. Aunque el mayor potencial de reducción de carbono embebido se encuentra en las primeras fases del proceso de construcción, los inversores y propietarios pueden tenerlo en cuenta en sus activos existentes.