Desglosando la contabilidad del carbono

Salma Kouay
Date21 julio 2022

1,049 ciudades, 67 regiones, 5,235 empresas y 441 de los más grandes inversores de alrededor de 120 países están comprometidos con alcanzar el “net-zero” de carbono para 2050, cubriendo casi el 25% de las emisiones de CO2 y más de 50% del PIB global.

El CO2, conocido comúnmente como un gas de efecto invernadero, es el benchmark monitorizado por la mayoría de las partes interesadas. La definición del total de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) causadas por cierto sistema, actividad, empresa, país o región es conocida como la huella de carbono.

Hay muchos otros gases que conforman los gases de efecto invernadero que son frecuentemente subestimados, incluyendo el vapor de agua (H2O), el metano (CH4), el óxido de nitrógeno (N2O), el ozono (O3) y demás. Estos gases absorben y emiten energía de radiación, resultando en el efecto invernadero.

Generalmente, la huella de carbono se mide con el equivalente del dióxido de carbono (CO2e), que es la unidad común para los GEI y es obtenida multiplicando la cantidad de GEI por el potencial de calentamiento global. A pesar de que una unidad común permite la comparación entre organizaciones, las emisiones de carbono no pueden ser justamente comparadas si la cantidad difiere. Entonces, podría ser útil transformar las emisiones de carbono en métricas normalizadas, denominadas intensidades de carbono.

¿De qué emisiones hablamos?

Es posible acceder fácilmente a la información sobre emisiones de carbono de un número creciente de empresas. De todas maneras, para proveer una monitorización básica y común que pueda ser usada en diferentes estados y compañías y para limitar la brecha en la medición, el Protocolo de Gases de Efecto Invernadero (GHG Protocol) clasifica las emisiones de gases de efecto invernadero de las empresas en 3 alcances:

  • Alcance 1 se refiere a emisiones directas de GEI, provenientes de fuentes que son propiedad de o controladas por la empresa.
  • Alcance 2 incluye emisiones GEI indirectas, del consumo de electricidad, calefacción o vapor comprados. Las emisiones de alcance 2 pueden ser computadas utilizando el mix energético del país (basado en la localización) o el mix energético de la empresa que provee la electricidad (basado en el mercado).
  • Alcance 3 son otras emisiones indirectas, como la extracción y producción de materiales y combustibles comprados, actividades relacionadas con el transporte en vehículos que no son propiedad de la empresa ni son controlados por la entidad declarante y actividades relacionadas a la electricidad que no están cubiertas por el alcance 2.

Lea también: “Alcance 3”

Para entender e intentar limitar el impacto de estas emisiones, tiene que haber información cubriendo su volumen y localización, así como sus motores socioeconómicos. Estos datos pueden ser obtenidos vía dos fuentes principales:

  • Un inventario de emisiones: la cuantificación de la liberación física de emisiones aéreas en un momento específico y en un área geográfica específica.
  • Contabilidad de emisiones: el nexo entre estas emisiones a los motores socioeconómicos y a sus actores. El concepto de contabilidad para presiones ambientales no está limitado a emisiones aéreas y se aplica a otros temas ambientales, como residuos, materiales, agua y uso de la tierra.

A nivel global, hay muchas perspectivas sobre la contabilidad de las emisiones, así como metodologías. Estos métodos están diferenciados principalmente por su status (estándar, estándar de referencia privado, etc), su campo de aplicación (cubriendo alcances), y su target (empresa, enfoque sectorial, colectividad o territorio).

Diferentes perspectivas 

En relación a la contabilidad del carbono, a nivel europeo hay tres perspectivas diferentes pero complementarias entre sí. Tener diferentes puntos de vista ayuda a entender mejor las interacciones entre varios tipos de emisores.

Esto se hace agrupando emisiones de CO2 en tres grupos principales:

  • Las emisiones territoriales son las que se liberan dentro de las fronteras de un país y desde áreas dentro de la jurisdicción del mismo. Los métodos más comunes para monitorizar y calcular emisiones de aire son la monitorización continua de emisiones y la muestra de fuentes.
  • Las emisiones de producción resultan de las actividades económicas de las empresas residentes de un país y hogares en relación a su producción, no considerando la localización geográfica de la producción de los mismos.
  • Las emisiones de consumo cubren el consumo nacional de bienes y servicios dentro de un país, independientemente de la localización de la producción geográfica de estos.

El cálculo de las emisiones de producción y de consumo están basadas en un cálculo inicial de emisiones territoriales.

Primero, se calculan las emisiones territoriales, enfocándose en las fuentes de las emisiones y a través del uso de metodologías de inventarios de emisiones que están frecuentemente basadas en métodos estandarizados definidos por obligaciones a nivel reporting y dentro de tratados internacionales como el UNFCCC y el CLRTAP.

Segundo, las emisiones de producción son calculadas usando emisiones territoriales relacionadas con actividades domésticas y económicas. Finalmente, las emisiones de consumo son calculadas, utilizando los datos de las emisiones de producción en relación al consumo final de bienes y servicios suministrados a través de producción doméstica y comercio internacional.

Para obtener un análisis más claro y preciso, las organizaciones pueden elegir entre diversas metodologías para evaluar su inventario de emisiones.

¿Cómo medirlas cuantitativamente?

Hay tres metodologías disponibles para hacer un inventario de carbono. El Protocolo GEI fue establecido en 1998 por el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD) y el Instituto de los Recursos Mundiales (WRI) en asociación con empresas, ONGs y representantes a nivel Estado.

Esto sirvió como base del ISO 14064-1: 2006, que fue gestado por el comité técnico de gestión del medio ambiente” ISO:TC 207 que estipula los principales procedimientos de cuantificación y reporte sobre GEI y su erradicación dentro de las organizaciones.

El objetivo en cuanto a esta referencia técnica es asistir a los usuarios en la aplicación del estándar ISO 14064-1 a través de brindarles guías de ejecución y ejemplos para facilitar la transparencia en la cuantificación y la reducción de emisiones GEI en empresas, así como en la generación de reportes. También incluye una lista de categorías de emisiones dentro de cada alcance.

Finalmente, en 2004, la ADEME desarrolló la Bilan Carbone®, una metodología para estimar las emisiones GEI para las organizaciones.

La técnica de la Bilan Carbone® tiene en cuenta todos los GEI definidos por el IPCC dentro de todos los estados físicos sin los cuales las organizaciones no pueden funcionar.

Como resultado, este método permite a las empresas y entes territoriales conducir una evaluación global de las emisiones GEI, tanto directas como indirectas.

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Algunos principios para recordar

La metodología más reconocida globalmente, el Protocolo GEI, es el recomendado por Deepki. No solo es compatible con la Bilan Carbone®, si no que también ofrece un enfoque basado en el mercado, permitiendo la valuación de compras de energías verdes.

Cinco principios pueden ayudarlo a encuadrar mejor su contabilidad GEI:

  • Relevancia: asegurarse de que la evaluación GEI refleje correctamente los efectos de los gases en cuanto a la acción y sirva como necesidad que ayude a tomar decisiones a los usuarios y a las partes interesadas, incluyendo una selección del deseado nivel de precisión y completitud dentro de una variedad de opciones en cuanto a metodologías. Dentro de la plataforma Deepki Ready, las emisiones GEI son calculadas usando factores de emisiones locales (llamados contabilidad “basada en la localización”) de acuerdo al Protocolo GEI. Hay varias bases de datos de factores de emisión disponibles dentro de la plataforma y además encontrará la base de referencia para cada país: IEA, CRREM y demás.
  • Completitud: incluyendo todos los efectos GEI, fuentes, etc dentro de la evaluación GEI. Revelando y justificando cualquier exclusión específica. Deepki Ready puede calcular las emisiones GEI desde el Factor de Emisión de los proveedores de energía (enfoque desde el mercado). Cada kWh de electricidad será asignado el Factor de Emisión apropiado del proveedor de electricidad y la cuota de energía renovable será tomada en cuenta en los cálculos de emisiones CO2eq.
  • Consistencia: utilizando enfoques consistentes en cuanto a la contabilidad, métodos de recopilación de datos y cálculos que permiten un seguimiento de valor a través del tiempo.
  • Transparencia: brindando clara y completa información para que en las revisiones internas y externas se pueda evaluar la credibilidad y confiabilidad de los resultados. La información debe ser suficiente para permitir que una parte externa a la evaluación GEI llegue a los mismos resultados si se le brindan los mismos datos de base.
  • Precisión: revisando que el cambio estimativo en las emisiones GEI y en sus reducciones sea, sistemáticamente, ni por encima ni por debajo de los valores actuales y que las incertidumbres sean reducidas lo más posible.

Un enfoque que evoluciona

Tanto la normativa europea (Taxonomía, SFDR, ETC) como las iniciativas internacionales (CRREM, GRESB, SBTi) se ponen cada vez más estrictas y promueven emplear la contabilidad de carbono. Implementar una estrategia de descarbonización seria y comprensible no es ya una oportunidad si no una mitigación de riesgos. Los actores de la industria del Real Estate están virando su estrategia ESG utilizando CO2 como el indicador principal, y requieren un análisis comparativo de las metodologías de contabilidad. Sentar las bases de una estrategia eficiente en relación al carbono consume tiempo y recursos, y requiere un compromiso pleno, a todo nivel, para asegurarse un resultado efectivo y real.