Una comparación de certificaciones, etiquetas y normativa ESG en Europa.

Clementine Tanguy
Date09 septiembre 2022

Ante los riesgos del cambio climático, la Unión Europea ha formulado objetivos audaces con los que reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en el sector inmobiliario. Este artículo ofrece una visión general de las medidas en materia de ESG (Medioambiente, Sociedad y Gobernanza) adoptadas por la Unión Europea, y sus equivalentes aplicadas por los Estados miembro.

En primer lugar, las organizaciones tienen que cumplir con los requisitos obligatorios de información sobre ESG aplicables. En segundo lugar, pueden elegir el marco voluntario de información sobre ESG más relevante en función de su mercado y competencia, y seleccionar la herramienta de puntuación de ESG de activos más reconocida. Por último, también pueden escoger entre una amplia variedad de etiquetas y certificaciones voluntarias. Veremos en qué se diferencian, pero antes debemos asegurarnos de que las definiciones hayan quedado claras. Una certificación es un procedimiento por el cual una tercera parte garantiza por escrito que un producto, proceso o servicio está conforme a determinadas normas. Una etiqueta de certificación es una etiqueta o símbolo que indica que se ha verificado el cumplimiento de las normas. El uso de la etiqueta suele controlarlo el organismo que fija la norma. 

Deepki presenta y compara una lista no exhaustiva de las medidas más conocidas y relevantes en cuanto a ESG.

Certificaciones y etiquetas a nivel europeo

La UE sigue proporcionando normativa sobre ESG para alcanzar los objetivos climáticos de 2030 y 2050. El objetivo de esta normativa es lograr la neutralidad del carbono en toda Europa para el año 2050, evitar el lavado verde y aportar transparencia a los inversores. Los ejemplos más famosos son el normativa de Taxonomía y el SFDR.

Taxonomía: es la columna vertebral de la normativa en materia de ESG de la UE, ya que aporta una referencia clara sobre qué actividades deben considerarse ecológicas y bajo qué condiciones. Los expertos de Deepki están al día de esta compleja normativa y pueden asesorarle respecto a los próximos plazos y procesos. Una nueva norma voluntaria, el Estándar Europeo de Bonos Verdes (EU GBS), también está destinada a aumentar la transparencia y la responsabilidad. Los emisores dispondrán de una herramienta con la que demostrar que están financiando proyectos verdes legítimos alineados con la taxonomía de la UE.

SFDR (Reglamento sobre Divulgación de Información sobre Finanzas Sostenibles): todos los gestores de activos y fondos de pensiones (estén o no centrados en la sostenibilidad) deben divulgar cómo valoran los riesgos de ESG en sus decisiones de inversión. Los fondos tendrán que incluir información en su sitio web, así como en su documentación, y mostrar a los inversores dónde están los riesgos sobre ESG en sus carteras. El cumplimiento del SFDR comienza con la medición de la exposición al riesgo climático y el impacto del carbono de sus activos, a partir de los datos de que dispone. Al automatizar la recopilación de datos, Deepki Ready puede ayudarle a acelerar las fases de recuperación y centralización de datos para el uso de la información. El último paso: nuestros expertos le ayudan a trazar un camino hacia el rendimiento de los activos que respalde sus propios objetivos y que a la vez satisfaga los del SFDR.

Directiva sobre eficiencia energética de los edificios (EPBD): La EPBD exige a los Estados miembros que reduzcan el consumo energético de los edificios y que todos los edificios nuevos a partir de 2021 (los edificios públicos a partir de 2019) tengan un consumo de energía casi nulo (NZEB). Se presenta la primera definición de un edificio de consumo de energía casi nulo, que es “un edificio con un rendimiento energético muy elevado”. Las necesidades energéticas muy bajas o casi nulas deben cubrirse en gran medida con energía procedente de fuentes renovables, incluida la producida in situ o en las proximidades.
GRESB: la certificación GRESB es una de las mejores formas de garantizar la preservación del valor de sus activos y destacar su rendimiento extra financiero. Evalúa y compara el rendimiento en ESG de las inversiones inmobiliarias a nivel internacional. Actualmente cubre 117 000 activos en 64 países. Certificaciones como esta atestiguan el compromiso de sus fondos con las normas ESG, que ahora desempeñan un papel importante en la evaluación del mercado del valor global de un activo.

Consejo: Deepki recopila, agrega y utiliza sus datos en su plataforma Deepki Ready, y se sirve de esta información para rellenar su formulario de presentación GRESB de forma parcial o totalmente automatizada. Al tratarse de una única herramienta con la que recopilar y rellenar el cuestionario, le facilita a usted y a las partes interesadas seguir el progreso de su presentación. Además, todos los usuarios de la plataforma pueden identificar al instante las preguntas sin respuesta. Por último, Deepki Ready ofrece la posibilidad de exportar su formulario directamente en el formato exigido por el GRESB para presentarlo rápidamente y sin errores.

Lea el artículo: Mejore su puntuación GRESB con Deepki Ready

El CRREM es una herramienta de Excel que evalúa y compara los activos inmobiliarios, las rutas de emisión de carbono y el riesgo financiero.
El GRI presentó el primer conjunto de normas que ayudan a las organizaciones a informar sobre su impacto en la economía, el medioambiente y la sociedad. Está pensado para organizaciones de cualquier tamaño, tipo, sector o ubicación geográfica. El 93 % de las 250 mayores empresas del mundo ya utilizan alguna de las normas del GRI.

Iniciativas nacionales en toda Europa

Para alcanzar estos ambiciosos objetivos, cada país europeo debe dotarse de una estrategia adaptada a su caso. Los avances en materia de medioambiente varían de un país a otro, ya que cada Estado miembro determina su propio camino normativo con el que alcanzar los ambiciosos objetivos de la UE.

Las etiquetas ESG en Europa suelen adoptar un enfoque de sostenibilidad global, pero también se están abriendo paso las etiquetas temáticas que impulsan la transición hacia una economía baja en carbono y las cuestiones sociales relacionadas con el clima. Las etiquetas las impulsa en su mayoría el sector privado, pero los gobiernos también han empezado a promover etiquetas nacionales, como la SRI en Francia, la LuxFLAG y la FNG en Alemania, que han adoptado otros países. Conforme aumenta el número de etiquetas, los gestores de propiedades y activos no siempre lo tienen fácil para comprender bien qué se les ofrece, especialmente porque las etiquetas no adoptan un mismo enfoque. Junto al desarrollo de estas etiquetas, en los últimos años ha surgido un enfoque cuantitativo, con calificaciones ESG de los edificios, similares a las calificaciones sobre la calidad del rendimiento.

Las etiquetas, las certificaciones y las puntuaciones buscan ayudar a los inversores a elegir productos de inversión responsables. Una diferencia importante entre las etiquetas y las calificaciones es que el administrador de la propiedad toma la iniciativa de conseguir una etiqueta, que generalmente se centra en una certificación, mientras que una organización de calificación califica unilateralmente un edificio, independientemente de que el administrador lo solicite o no. A diferencia de las etiquetas, las puntuaciones ESG no certifican el proceso de integración ESG de una cartera ni las aportaciones de inversión con una metodología específica. Al contrario, las puntuaciones ESG suelen tener como objetivo “puntuar” la cartera por lo que respecta a la sostenibilidad con una calificación.

En cuanto a las etiquetas, las certificaciones y las normativas ESG dentro del sector inmobiliario, Francia, los Países Bajos y el Reino Unido se encuentran entre los países que lideran el camino en Europa:

Francia

Decreto Terciario: El decreto del sector terciario se aplica a las actividades terciarias de más de 1000 m². Su objetivo es animar a los propietarios y usuarios de activos a reducir su consumo de energía, con un objetivo de reducción del 40 % para 2030, del 50 % para 2040 y del 60 % para 2050. Las primeras declaraciones deben producirse en diciembre de 2022. El proceso compromete al propietario y al inquilino del activo de forma solidaria, y las sanciones son tanto económicas (7500 euros por edificio) como públicas, al señalarse la situación con nombre y apellidos.

HQE (High Environmental Quality) es una certificación que evalúa los aspectos medioambientales, energéticos, sanitarios y de confort de los edificios. Ya son 692 000 edificios certificados en 27 países (de los cuales, 620 000 están en Francia). Se trata de una certificación voluntaria con la que revalorizar sus activos a partir de criterios no financieros para aumentar su atractivo.

SRI: El sello ISR lo creó en 2016 el gobierno francés para identificar y promover las inversiones sostenibles y responsables.

Las etiquetas y la normativa francesas tienen un proceso estricto, riguroso y largo. Deepki recopila toda la información necesaria para cumplir con las expectativas de estas iniciativas.

Lea el artículo: Decreto Terciario: mejores prácticas para coordinarse con sus inquilinos

Reino Unido

Desde que abandonó la Unión Europea el 1 de enero de 2021, el Reino Unido ya no está sujeto a la normativa comunitaria. Si bien muchas normas preexistentes de la UE se han incorporado a la legislación del Reino Unido y se mantendrán siempre que no se cambien o modifiquen, no se aplican automáticamente los nuevos desarrollos normativos de la UE en materia de sostenibilidad.

Reglamento de Divulgación de Información Sostenible del Reino Unido (SDR): el Reino Unido ha basado su régimen de divulgación de información sobre el clima en las recomendaciones del Grupo de Trabajo sobre Información Financiera Relacionada con el Clima (TCFD). Sin embargo, los SDR van más allá, tanto al exigir una doble materialidad como al considerar otros impactos y riesgos medioambientales, además de los derivados del cambio climático.

Método de Evaluación Medioambiental del Establecimiento de Investigación de Edificios (BREEAM): el BREEAM es la certificación más antigua de edificios en cuanto a criterios medioambientales. Abarca todo el ciclo de vida de los edificios, desde su planificación hasta su uso y rehabilitación. 590 000 edificios han recibido ya la certificación BREEAM en 87 países de todo el mundo (la mayoría en Europa). El BREEAM puede completarse, especialmente con la certificación NF, HQE y LEED. Al combinar estas certificaciones, puede otorgar credibilidad a las mejoras de rendimiento energético de sus edificios.

Lea el artículo: Renovaciones: 5 razones por las que no se deben pasar por alto

  • Alemania

La Gebäudeenergiegesetz (GEG) (o Ley de Energía de los Edificios), entró en vigor el 1 de noviembre de 2020 y es el principal pilar legislativo para la eficiencia de los edificios en Alemania. La ley sustituyó a las tres leyes anteriores: la Ley de Ahorro de Energía (EnEG), la Ordenanza de Ahorro de Energía (EnEV) y la Ley de Energías Renovables y Calor (EEWärmeG) para armonizar y actualizar la legislación relativa a la energía en los edificios alemanes. Presenta normas obligatorias para la construcción y la rehabilitación pensando en la energía y define los requisitos para la eficiencia energética de un edificio y para la emisión y uso del certificado de eficiencia energética. La EPBD se aplica en su totalidad y la normativa sobre los edificios de consumo de energía casi nulo (nZEB) está integrada en la ley unificada.
Deutsche Gesellschaft für Nachhaltiges Bauen (DGNB): el DGNB es un sistema de certificación alemán para la construcción sostenible. Ya son 5000 proyectos certificados, repartidos entre unos 30 países. Este sistema de certificación ofrece una herramienta de planificación y optimización para evaluar edificios y distritos urbanos sostenibles.

  • Países bajos

Bijna Energieneutrale Gebouwen (BENG o Edificios Casi Energéticamente Neutros): a partir del 1 de enero de 2021, los nuevos edificios deberán contar con neutralidad de carbono y emplear gas natural en la medida de lo posible.

  • Luxemburgo

LuxFLAG: esta etiqueta, menos conocida y difundida, es una herramienta única a disposición de los gestores de activos y otros agentes financieros, que pueden emplearla para resaltar las credenciales ESG de sus productos de inversión.

Otros países europeos están más atrasados, como Italia y España, donde todavía hay demasiados edificios con una calificación de eficiencia energética (DPE) de D o menos.

  • España

Los esfuerzos de eficiencia y descarbonización de los edificios españoles se basan en un paquete de estrategias y documentos, entre ellos la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que incluye disposiciones para el sector de los edificios, así como el Código Técnico de la Edificación (CTE) a partir de 2019, que define las nuevas normas de construcción vigentes. 

Ley de Cambio Climático y Transición Energética: esta ley entró en vigor el 20 de mayo de 2021 e impone el objetivo de alcanzar la neutralidad climática a más tardar en 2050. Establece el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en al menos un 23 % para 2030 en comparación con las emisiones de 1990.
El Código Técnico de la Edificación entró en vigor en 2007 y aúna la normativa de la construcción de todo tipo de edificios en España. Si bien se centra principalmente en la seguridad básica en caso de incendio en los edificios, este código también establece las exigencias respecto a los requisitos energéticos en los edificios.

  • Italia

En este país, las iniciativas más extendidas son el protocolo ITACA, LEED y CasaClima.

ITACA: lanzado por el Instituto para la Innovación y la Transparencia de la Contratación y la Compatibilidad Medioambiental, el protocolo ITACA es, a nivel nacional, una de las herramientas más extendidas con las que evaluar el nivel de sostenibilidad energética y medioambiental de los edificios.  Al igual que otros sistemas de calificación verifican el rendimiento medioambiental de un edificio desde diferentes perspectivas —salud humana, gasto de energía, agua y otros recursos—, ITACA también promueve la construcción de edificios cada vez más innovadores y el uso de materiales sostenibles producidos con un bajo consumo energético y con altos niveles de confort garantizados. Desde la primera versión de este protocolo en 2014, se ha difundido ampliamente en toda Italia, ya que se trata de un documento muy versátil con diferentes propósitos, entre los que destacan la planificación del apoyo para profesionales, el control y la orientación para la administración pública, la elección para el consumidor y la mejora de la inversión para los operadores financieros. 

CasaClima: la norma CasaClima se desarrolló en 2002 con el objetivo de aplicar la Directiva europea sobre la eficiencia energética de los edificios en la provincia autónoma de Bolzano – Alto Adigio. Ahora representa toda una referencia en Italia en el campo de los edificios energéticamente eficientes y sostenibles. Ante todo, el sello de calidad CasaClima es sinónimo de mayor confort, condiciones interiores saludables y edificios sostenibles desde el punto de vista medioambiental. Los bienes diseñados según normas como estas pueden ahorrar más de un 90 % de energía en comparación con las residencias construidas de forma tradicional, lo que se traduce en una reducción de las emisiones de CO₂ y en un ahorro económico.

  • Fuera de Europa

Si bien Europa es líder mundial en inversión sostenible —ya que alberga casi la mitad de los activos mundiales de inversión sostenible a finales de 2018—, cabe mencionar otras iniciativas fuera de este ámbito.

LEED (Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental): propuesto por el Consejo de Construcción Verde de Canadá (CaGBC), LEED es uno de las principales marcas de referencia del mundo en certificación disponible para todo tipo de edificios y en todas las fases de construcción. Su objetivo es permitir el diseño, la construcción, la gestión y la evaluación de edificios de alto rendimiento. Aunque está muy extendida en Norteamérica (más de 100 000 edificios certificados, el 75 % de ellos en Estados Unidos), sigue siendo relativamente desconocida en Francia, por ejemplo.

NABERS (Sistema Nacional de Calificación del Entorno Construido de Australia): el NABERS es un sistema de calificación nacional por rendimiento que mide el rendimiento medioambiental de los edificios, arrendamientos y viviendas existentes en Australia. Australia y Nueva Zelanda conforman la región con la mayor proporción de activos de inversión responsable del mundo en relación con el total de activos gestionados: un 63 % de los activos cuentan con un enfoque de inversión responsable.
WELL: el estándar de construcción WELL es una certificación para todo tipo de instalaciones y para evaluar la salud y el bienestar. No se centra en el edificio, sino en el bienestar de quienes lo habitan: es decir, en la S de ESG.

Conclusión

Si bien cada país tiene sus propias normas para las etiquetas ESG y las certificaciones voluntarias, hay similitudes entre ellas. El objetivo es casi siempre el mismo: ofrecer una garantía de ESG y calidad sostenible, así como de los activos etiquetados o certificados.

Como gestor de activos y administrador de propiedades, actualmente es esencial estar al corriente de las diferentes normas, para mantener los activos en cumplimiento con todos los reglamentos aplicables y evitar posibles repercusiones financieras o de mercado. El reconocimiento de las etiquetas y certificaciones en el mercado, debido sobre todo a la antigüedad y a la internacionalización de sus normas, las convierte en herramientas claramente relevantes. Estas iniciativas tienen el potencial de simplificar los debates entre los gestores de activos y sus clientes, ya que saben qué temas ESG se tienen en cuenta, siempre que los criterios de etiquetado sean claros.

Si bien estas etiquetas y certificaciones pueden ayudar a certificar un fondo según la categorización establecida por las diferentes organizaciones —ya que sus criterios son comparables y pueden implicar características medioambientales y sociales—, no incluyen ninguna verificación de haber logrado los objetivos de inversión sostenible, a diferencia de la normativa de la UE. Por el momento, la gran mayoría de las etiquetas y certificaciones se centran más en la evaluación del rendimiento del activo que en la medición de los resultados. Bajo las diferentes oleadas reguladoras, las iniciativas voluntarias siguen siendo relevantes, ya que son más sencillas y se conocen mejor. La elección de incluirlas en la estrategia representa una iniciativa respetable que complementa las iniciativas obligatorias dentro del sector inmobiliario.

A pesar de la gran cantidad de reglamentos que han surgido en los últimos años, el proceso de reducción de las emisiones de GEI sigue siendo demasiado lento. En vista de ello, Deepki ha creado una serie de herramientas y documentos para ayudar a los agentes inmobiliarios en su transición medioambiental. Para saber más, póngase en contacto.